La impresión de libros constituye la tarea estelar por volumen y producción de la industria gráfica. Un libro es un producto compuesto
por una serie de piezas unidas que se estructuran a partir de un eje de simetría central para recopilar y explicar un contenido o información.
Cada una de estas piezas tiene su propia complejidad y proceso de producción independiente. Estas piezas deben estar perfectamente
estudiadas para que cumplan su función y, una vez ensambladas, deben dotar al libro de un equilibrio perfecto.
Los parámetros más importantes para considerar cuando se quiera abordar el proyecto de imprimir libro son: la extensión del contenido,
el formato, las ilustraciones, la calidad del papel y la impresión, la encuadernación y los acabados. Analizando por separado su optimización
conseguiremos ajustar el mejor coste de producción del libro al estar todos relacionados entre sí.
La extensión
Afecta al proceso de preimpresión genéricamente, en él se determinará la extensión final del libro atendiendo a la cantidad de información
existente y determinando unos parámetros de ejecución para tener en cuenta por el equipo de diseño y maquetación.
El formato
Es importante definir el tamaño final del libro, el tamaño de la página y el número de páginas antes de maquetar. Habitualmente se
escoge un formato vertical para simplificar tareas de producción, aunque también es posible elegir un formato cuadrado o apaisado.
Si nos ceñimos a su eficiencia, casi siempre es más económico optar por formatos verticales ya que de ello surge un mejor aprovechamiento
con los pliegos regulares (que se doblan en cruz) respecto a los formatos apaisados cuyos pliegos son más complejos de encuadernar.
La calidad del papel e impresión
La calidad del papel que se puede utilizar en la producción de libros depende directamente del tipo de edición y de las ilustraciones
que contenga:
- La edición infantil utiliza habitualmente un estucado mate y gramajes entre 90 y 125 g.
- La edición conmemorativa o de arte normalmente utiliza estucados de alta gama, mate o brillo, en gramajes entre 100 y 200 g.
- La edición académica o profesional escoge los estucados industriales con gramajes que oscilan entre los 90 y 125 g.
- Por su parte la edición de interés general opta por la calidad de papel offset blanco y offset volumen en los gramajes entre 80 y
100 g.
Aunque por volumen todavía ocupe la primera posición la impresión offset por su calidad y economía para los tirajes largos, la impresión
digital, tanto en hoja como en bobina, cada vez ocupa un papel más destacado en la edición de libros ya que su calidad no tiene nada
que envidiar a la impresión offset y sus ventajas para producir en tiradas cortas con elementos de personalización asociados lo convierten
en un sistema absolutamente vigente y en constante crecimiento debido a la consolidación de la impresión de libros online.
La encuadernación y los acabados
El sistema de encuadernación determina la manera de construcción de los pliegos y la distribución de la numeración en cada uno de
ellos. Lo más común es imprimir en pliegos alzados y previamente determinar el tipo de encuadernación (cosida o fresada). Es preciso
recordar que si es el primero, las hojas que componen la doble hoja estarán unidas por el margen central, sin zona de sangrado, mientras
que si optamos por rústica fresada, las hojas no estarán unidas por el margen central y se deberá dejar un espacio de sangrado por
los cuatro lados de la hoja. Los acabados de un libro ennoblecen y embellecen la edición, actualmente existe una oferta muy amplia
de acabados desde los laminados mate, brillo, soft touch,
pasando por los barnices UVI con o sin relieve, termo grabados metalizados, etc.